Entrada 10
Las mejores cosas de la vida tienen un precio y ese precio, por lo general, incluye un esfuerzo. Unas de esas cosas a las que me refiero en esta historia es el amor y el sexo, pero les mostraré como estas cosas pueden perder su valor, por lo tanto, las ganas de esforzarse y pagar el precio. Esta es la historia de Robert, un hombre alto, latino, con barba y uno que otro adorno corporal (9). Este hombre lo que no tiene en físico lo tiene en verbo, labia, él enreda una pestaña y es capaz de hacerle ojitos al mismísimo presidente de la república. Además, le gusta mucho ir de fiesta, según él es para estirar las articulaciones y no dejar que lo alcance la edad muy rápido, pero pura mierda, a él solo le interesa gestionar en la pista de baile y gozar de esa adrenalina que se siente cuando cruzan miradas con una (o uno) persona, aunque disfruta más cuando las besa. La semana pasada, nuestro amigo Robert terminó con su flete oficial y se dedicó a la pura vagabundería. Se metió