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La oralidad es la oportunidad que tenemos de expresar nuestros pensamientos; debatir con pasión sobre temas sociales; decir te quiero, te amo, te extraño; incluso, te odio, vete y no regreses. Esta nos da un espacio de libertad, en el que se puede decir lo inimaginable y mostrar la importancia de las palabras -como decían las mamás de antes.

Gracias a la oralidad muchos rasgos de una cultura sobreviven al paso inevitable del tiempo. Es el caso de muchas de las comunidades indígenas de nuestro país, que han logrado mantener esa cultura ancestral viva por muchos años sin la necesidad de la escritura o pictogramas. Un hecho admirable además de preciso para ejemplificar la importancia del habla. Incluso, nosotros los citadinos pasamos el conocimiento de generación en generación a través de las palabras, como se ve en las escuelas, hogares y otros lugares donde converge la educación.

Por último, me gustaría compartir un fragmento del poema "La palabra" de Mario Benedetti.
la palabra es tan libre que da pánico
divulga los secretos sin aviso
e inventa la oración de los ateos
es el poder y no es el poder del alma
y el hueso de los himnos que hacen patria

la palabra es un callejón de suertes
y el registro de ausencias no queridas
puede sobrevivir al horizonte
y al que la armó cuando era pensamiento
puede ser como un perro o como un niño
y embadurnar de rojo la memoria
puede salir de caza en silencio
y regresar con el moral vacío

la palabra es correo del amor
pero también es arrabal del odio
golpea en las ventanas si diluvia
y el corazón le abre los postigos

Comentarios

  1. Linda Cabrera16 de febrero de 2018, 6:55 p.m.

    Santi, como siempre, excelente escrito, me encanto que hayas incorporado ese hermoso poema por Mario Benedetti, el toque final. Me gustaría que hubiese compartido como ha sido el habla desde tu propia experiencia, que rico conocer ese uso en tu diario vivir.
    Te felicito :)

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